¡Feliz día del tango!

Día Mundial del Tango

Todos sabemos, garageros, qué es lo que conmemoramos en un día como hoy. Todos sabemos cuál es la razón por la que el Día Mundial del Tango es el 11 de diciembre. Todos sabemos que esa es la fecha de nacimiento de los creadores de dos vertientes del tango: «La Voz» (Carlos Gardel, nacido el 11 de diciembre de 1890) y «La Música» (Julio De Caro, nacido el 11 de diciembre de 1899)

Por tanto, sabemos qué conmemoramos, pero nos podemos preguntar qué celebramos, nos debemos cuestionar cuáles son las razones por las que el tango tiene un Día Mundial. La fecha en la que caiga es lo de menos. Lo de más es saber qué es el tango, y por qué debemos celebrarlo. Dejadnos que os propongamos alguna respuesta.

El tango es lenguaje, y es emoción. En un mundo dividido y dominado por el utilitarismo racional, el tango es el esperanto emocional de nuestro tiempo. En efecto, lo que hoy celebramos en el tango es la capacidad que nos otorga para entendernos, sin palabras, con personas desconocidas, de historias, culturas y lenguajes diferentes. El tango, ese lenguaje de signos que se baila con los ojos cerrados, nos permite entendernos emocionalmente con cualquier otro ser humano. Porque es precisamente la emoción lo que nos hermana, lo que nos permite reconocer la radical identidad de lo humano.

El tango es uno de los múltiples dialectos del universal lenguaje de la música. Pero hay dos especificidades que distinguen al tango del resto de los dialectos o géneros musicales. En primer lugar, el tango bailado es una conversación abierta, sin pasos ni guiones preestablecidos. En el tango dos personas se encuentran y «conversan» sin saber qué va a salir de esa unión, ni qué van a poder crear juntos. Y en segundo lugar, el tango se habla cuerpo a cuerpo. Nuestra realidad física, nuestra propia y entera anatomía, es al mismo tiempo actor y mensaje en ese diálogo de espíritus. El tango se baila con todo el cuerpo, y por eso las emociones que en el tango transmitimos son sólo las más intensas, aquellas que son capaces de movilizar la integridad de nuestro yo físico. En el tango no valen las máscaras ni los automatismos. En el tango no hay «llaves», ni palancas mágicas ni «órdenes mecánicas». El tango es el secuestro completo de la materia por parte de la emoción. Cuando bailamos tango debemos hacerlo «poseídos» por el espíritu.

En un mundo cada vez más consciente de la importancia de esa «inteligencia emocional», decidnos si no hay buenas razones para celebrar este día.

Bailad, hablad, garageros, liberad el espíritu y que éste os posea.

¡Feliz Día del Tango!