Lo pasamos bien, bien, bien

Junto a la celebración de nuestro aniversario y las fiestas del Pilar, la celebración de la Navidad es una fecha destacada en nuestro calendario. Como sabéis, este año hemos hecho una nueva experiencia saliendo un poco de lo tradicional, de la convencional cena de mantel y milonga en el hotel. En la sala 8 Tiempos, los amigos que trabajan en ella nos han dado la oportunidad para que haya sido posible. En La Junta sabíamos que tomábamos ciertos riesgos, pero los afrontamos con la ilusión de lo novedoso y el vértigo de lo desconocido. Más descansados y lejos de la lógica presión de que todo salga bien, hacemos una valoración muy positiva que nos va a ayudar, más si cabe, en todo lo referente a la celebración el próximo año de nuestro 25 aniversario.
Un sábado frío y desapacible dejó paso a un ambiente cálido muy agradable. Los besos y abrazos hacen posible este milagro. De seis de la tarde a una de la madrugada compartimos reencuentros, amigos de casa y de fuera, complicidad, pareceres y esas buenas sensaciones difíciles de definir donde los adjetivos quedan en segundo plano ante la armonía de un grupo amigo y solidario, abrazándose al compás de esa música sensual y emotiva que nos cautiva. Esther y Carmen lo hicieron posible como lo saben hacer, como sin quererlo “sacamos viruta al piso”. María leyó una felicitación escrita por nuestro Pedro “el Poeta” antiguo presidente, más
de 10 años atrás. Una manera más de compartir, de estar junto a nosotros en esa ausencia que no era tal, ya que sus palabras, tan vigentes como entonces, afrentaban los efectos a los que nos somete el tiempo y la salud.
Poder compartir con tantos amigos esta experiencia ha sido posible porque estábamos allí con muchas ganas de pasarlo bien y de olvidar desencuentros y pesares. La fiesta la cocinamos entre todos, resultando ese postre laminero y exquisito que esperábamos tras un año difícil donde nos siguen faltando muchas caras que queremos, que necesitamos ver, mucha ayuda que recibir y muchos abrazos que dar.
Cenamos caliente y templado, dulce y salado. Brindamos con cava de la tierra, nos deseamos salud y unas buenas fiestas para toda la asociación, recordamos a nuestra “gente querida”, agradecimos poder disfrutar de nuestra pasión y nos atrevimos a pensar que en el año venidero serán posibles algunas de las cosas que nos atrevemos a imaginar.
Y cansados pero muy contentos regresamos a nuestras casas con un buen recuerdo difícil de olvidar, pensando ya en la milonga del domingo, en los abrazos y la música que nos dan vida, a los que no vamos a renunciar.
Felices fiestas y un fuerte abrazo Garageros y Garageras.