Domingo de despedida, cariñosa nostalgia anticipada

En Zaragoza llegó el domingo 26, nació con viento y sol, para los tangueros con tranquilidad. Y seguimos con la fiesta de nuestro 25 aniversario bien entrada la mañana. Nos costó madrugar, pero la ocasión lo merecía. A modo de regalo para nuestra “gente”, para los asistentes al aniversario y para toda la sociedad en general: gratuito y abierto a todos los públicos, El “Quinteto Irreal”, seis músicos venidos de Ibos-Tarbes, nos ofrecieron un concierto de Tango de calidad, categoría y excelencia musical. Michelle, cantante y presentadora de los integrantes de la orquesta, empezó el recital ante un público que esperábamos la música para saborearla como quién lo hace con un buen vino, encontrando las texturas y los matices que lo realzan. Piazzolla, Canaro, Di Sarli, Pugliese y muchos otros compositores de Tango tuvieron su lugar y muchos de los asistentes comenzamos a bailar en cuanto desde la propia orquesta se nos invitó a hacerlo. De nuevo, todo un lujo para los sentidos. Cuarenta minutos de una nueva experiencia para disfrutar del Tango en estado puro. Después, nuestro socio y DJ. Joaquín Planas continuó con la fiesta iniciando una milonga ágil y alegre, con muchos bailarines sobre la pista, hasta que pasadas las dos de la tarde, el cuerpo nos pedía un respiro para comer y reponer fuerzas.
A las cinco de la tarde, nuestro socio y DJ. Antonio Miguel arrancó la milonga de despedida con los tangos de siempre hasta finalizar su turno con temas más novedosos, que caldearon una tarde expectante; como todo en la vida, presentíamos que las despedidas de muchos de nuestros amigos y amigas no tardarían en llegar de manera natural.
En el segundo turno de musicalización, tomó el relevo nuestro socio y DJ. Eduardo Barreiro quien pondría con su música y hasta “La Cumparsita” final, el broche sentimental y cariñoso de a una milonga de despedida numerosa y muy emotiva. Unos partieron y otros llegaron, así la milonga guardó su ritmo, su alegría y esencia.
Los aplausos recibidos por todos los musicalizadores de las milongas nos han llegado muy dentro porque han sido el fruto y reconocimiento colectivo del trabajo asociativo.
¡Viva “El Garage”!
¡Viva El Tango!
Hasta la celebración del próximo aniversario.