Copas, amigos y besos

Entre diciembre de 1944 y febrero de 1945, en menos de dos meses, Troilo con Marino y Biagi con Ortiz grabaron, por este orden, dos versiones distintas de «Copas, amigos y besos». Hermoso tango que nos cuenta, sin embargo, una historia desgarrada.

El 12 de noviembre de 2022, por iniciativa de El Garage, vivimos de una manera diferente, toda luz y alegría, la unión de los tres términos de ese título. Una fiesta del tango con copas, amigos y besos.

Las copas de vino disfrutadas en su cuna, en la impresionante pero acogedora y humana arquitectura de las bodegas Laus, en mitad de su hermoso viñedo otoñal, dorado y tinto, recién lavado por la lluvia; envueltos todos en la prodigiosa luz de un día blando, tibio y húmedo; alentados por los olores del campo, por el aroma del roble macizo que protegía en las barricas los caldos, y en la pista nuestros pies.

Amigos, muchos amigos, venidos de Barcelona, de Tarragona, de La Rioja, de Navarra, de Madrid, de Huesca, de Zaragoza… Amigos congregados para la fiesta por El Garage, por Nido Gaucho de Pamplona, y por el Firulete de Logroño, las tres asociaciones participantes en el evento, y animados también por Tango 2.0 de Tarragona. Amigos que acudieron ilusionados a esta primera edición de Tango y Vinos, y que volvieron a sus hogares aún más ilusionados por repetir pronto, en otro lugar mágico, en otra bodega, esta experiencia inolvidable.

Y besos, muchos besos: los del encuentro de unos y otros; los besos irrefrenables a la pareja tras una de esas tandas que nos transportan; y los besos de despedida, los torrenciales, los repetidos besos de un adiós al que nos resistíamos todos. ¿Cuántos besos, cuántos abrazos dimos? ¿Cuánto nos costó arrancarnos de allí?

Nos fuimos al fin, salimos a la tibia noche con el corazón encendido y con la promesa de compartir pronto más tango y más vino